Es difícil imaginar un mundo sin helados, sobre todo ahora que cada año surgen nuevas innovaciones de helados en todo el mundo. Este fabuloso y versátil postre tenía que venir de algún sitio, así que nos hemos propuesto responder a la vieja pregunta: ¿cuál fue el primer helado del mundo?

Si su primera suposición fue que tuvo que ser en algún momento alrededor de la invención del congelador eléctrico, estaría más o menos en lo cierto. La llegada de la refrigeración comercial dio lugar a una explosión de inventos congelados, que nos condujeron al helado que todos amamos hoy en día. Sin embargo, los orígenes del helado como tipo de postre congelado se remontan más atrás de lo que cabría esperar.
En primer lugar, hay que reconocer que no hay una respuesta definitiva a esta pregunta. Todavía hay mucho debate sobre el primer postre helado del mundo, y sólo sabemos lo que dicen los relatos históricos que hemos podido descubrir. La civilización se construyó a partir de innumerables culturas, cada una con ricas tradiciones culinarias que evolucionaron a lo largo de decenas de miles de años, y muchas de ellas compartían el amor por el helado, al igual que nosotros.

Las menciones más antiguas de golosinas congeladas son registros fragmentarios que se remontan a unos 3.000 años(lo sabemos, es una locura). En algunas fuentes de Oriente Medio, se describe al rey Salomón como aficionado a los purés de fruta congelados, y en el Antiguo Testamento se menciona la leche de cabra congelada como una delicia que disfrutaba Abraham. En la antigua Mesopotamia, la nieve se mezclaba con puré de frutas para los aperitivos reales, y los antiguos egipcios servían hielo picado de las montañas libanesas con zumos de frutas.
De todas las figuras históricas famosas a las que les gustaba el helado, quizá le sorprenda saber cuál es la que nos ha dado una de las recetas de helado más antiguas de las que se tiene constancia: ¡Alejandro Magno! Conocido por su brillantez militar, que le ayudó a conquistar desde Grecia hasta la India en el año 300 a.C., los relatos de su vida describen su amor por los montones de nieve compactada y el hielo aromatizado con miel y néctar.

Sin embargo, un candidato más probable para el nacimiento del helado es la antigua Persia, en el actual Irán. En el año 400 a.C., los persas habían desarrollado sofisticadas técnicas de refrigeración con innovaciones como el yakhchāl, que eran grandes cámaras subterráneas aisladas del calor del desierto. Al poder almacenar eficazmente el hielo de las montañas, los postres helados florecieron en toda la región, normalmente elaborados con mezclas de hielo, miel, frutas masticadas, especias como el azafrán y delicias como el faludeh (finas tiras de fideos de arroz). Hoy en día se siguen vendiendo versiones modernas en las bastani (heladerías tradicionales persas) de Irán, lo que también podría significar que es uno de los helados más antiguos que se conservan en el mundo.

En los siglos siguientes surgió una oleada de postres helados en todo el mundo, que se extendió desde el Imperio Mongol hasta China, la India y, posteriormente, Europa. Hoy en día, podemos disfrutar de un paisaje siempre cambiante de helados que mantiene nuestras papilas gustativas; así que la próxima vez que dé un sorbo a su bola favorita, tómese un momento para apreciar a todos los pioneros del helado que nos han precedido.